Comenzar o no un posgrado (MBA u otro) es la pregunta normal que se realizan muchas personas al momento de querer dar un paso más en su formación profesional. Las cuestiones a poner en la balanza son variadas: dinero, tiempo, crecimiento, conocimiento, vocación, etc. La etapa personal de nuestra vida en la cual nos encontremos, no es menos importante: estar soltero, casado o tener hijos, no son simples detalles a la hora de tomar la decisión.
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| ¿Por qué hacer un MBA? |
El momento de decidir un MBA
Las personas que ingresan a un MBA provienen de diversas formaciones, y por sobre todo, tienen objetivos diferentes. En los aspirantes, podemos encontrar una variedad de perfiles, que con seguridad, estarán contemplados en algunos de estos:
× El que solo quiere acceder al 'papelito' o título de Master, por el solo hecho de tenerlo.
× La persona a la cual su empresa le paga o financia el posgrado, en algún porcentaje o en su totalidad.
× El eterno estudiante (que no le gusta trabajar).
× El que eligió mal su carrera de grado y quiere 're-encaminarse'.
× El que quiere ampliar su horizonte de conocimientos, complementando su formación de grado con las ciencias económicas, necesarias para los puestos directivos y la administración del negocio propio.
× Etc.
Se puede encontrar de todo un poco, pero considero que la mayor parte de los que ingresan a un MBA, lo hacen para poder mejorar sus oportunidades, diferenciarse y de esta forma acceder a mejores puestos, con mejores salarios ($).
Cualquiera sea el caso, debe considerarse muy bien el esfuerzo y el tiempo que se incurren al cursar un posgrado. Para el caso de un MBA, un cursado normal incluye 3 clases (y hasta 4!) por semana durante 2 años. Sacrificando muchos fines de semana para el estudio o la confección de trabajos. Y por supuesto, trabajando y manteniendo una vida social en paralelo.
Por otro lado, al ingresar a un MBA, adquirimos muchísimos conocimientos y se comparten variadas experiencias, los cuales suelen actuar en nosotros como disparadores de nuevas ideas creativas, aplicables a nuestra profesión o a nuestra vida. Se generan nuevos e invalorables contactos, a nivel profesional y personal, tanto con docentes como con nuestros compañeros. Hacer un posgrado debería generarnos placer en la mayor parte del tiempo, si no es así, con seguridad estamos en el lugar incorrecto.
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Fuentes: Google Books, YouTube
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